Esta vez la idea me ha venido directamente de mi hijo mayor, que me ha pedido que le echara una mano para hacer un dirigible partiendo de un globo; el proyecto lo tenía claro, sólo necesitaba consejo para llevar a cabo alguna parte concreta. El resultado ha sido muy satisfactorio, pero para poderlo realizar en una sola sesión, he tenido que reajustar los materiales y los complementos: cabina, motores, etc. El primero de los prototipos fue éste:
En vez de realizarlo con papel de periódico, he pensado que una solución para no vernos en la obligación de pintarlo era construirlo con papel de embalar de color y parece que no ha sido mala idea. He realizado la cabina con cartulina y los motores aprovechando unos tapones de leche, dentro de los cuales he introducido unas aspas de cartulina. Para darle un aspecto más real, he pegado una cuerdas alrededor de la nave.
Más tarde he concluido que los motores se podían simplificar más si los realizaba únicamente con cartulina, ya que los tapones necesitan mayor tiempo de secado -por el peso- y no disponemos más que de dos horas justas para realizar el taller.
En el último prototipo de dirigible he probado a forrarlo con papel de páginas amarillas, para darle un aspecto diferente, pero no me ha convencido del todo por parecer inacabado, aunque a los niños ha sido el que más les ha gustado. Cosas que pasan.
Ellos han forrado el suyo con papel de colores y la mayoría han añadido una capa de papel de seda que ha mejorado considerablemente el aspecto final. A ver qué os parece a vosotros...