La técnica se llama falsa vidriera, porque en vez de recortar los cristales a trocitos para luego unirlos con el emplomado, se pega una tira de plomo a la que se le va dando la forma del dibujo y luego se pintan los segmentos que conforman la figura.
Para acabarlo de adaptar a un taller con niños de 7-8 años, en vez de cristal, decidí utilizar plástico transparente -polipropileno-. Busqué algunos diseños vistosos por la red y preparé fotocopias en blanco y negro que les sirvió de plantilla bajo el plástico.
Con mucho entusiasmo, pegaron la cinta de plomo y luego cubrieron con pintura para cristal el motivo escogido.
El resultado fue sorprendente.
Os muestro algunos ejemplos y momentos del taller (clicando en la foto):
taller de vidrieras |
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